¿Otro amor?
Según los expertos existen diferentes formas de amar. El Amor hacía nuestros padres nunca parecerá al amor romántico que tengamos hacía nuestra pareja. ¿Pero qué es el amor? ¿Qué cosa provoca un bien estar, un corazón tranquilo y la cabeza despejada? ¿Química?
Muchos tienen al amor idealizado. Creen que es algo romántico, apasionado y sobre todo fácil. Pero no confundamos el enamoramiento con el amor. El enamoramiento tiene su función estrechamente vinculada con la reproducción de la especie humana. Atraer, seducir, reproducirse...
¿Pero qué pasa cuando el principal propósito del enamoramiento se arroja por la borda gracias a la libertad social, sexual y anticonceptivos? ¿Qué pasa cuando el compromiso desaparece con la necesidad de probar y experimentar? ¿Cómo puede convertirse el deseo en el enamoramiento y éste en el amor? ¿Cómo se gestiona tanta tentación, tantas oportunidades, tantas ganas de explorar y sobre todo, tantas prisas? Correr sin saber a donde, esconder sin saber porqué.
Mirando a los jóvenes pensamos en nuestra joventud. Observamos que la intimidad se entiende como otro elemento para comunicarse. Parece que lo más valioso es para ellos simplemente un suplemento para relacionarse. La intimidad pierde su propósito y también su peso. ¿Entonces nos preguntamos donde queda el espacio para amar? ¿Por qué? Porque el amor es una promesa. El amor es duro a veces y requiere utilizar la empatía, comprensión y sobre toda la voluntad. Se requiere tiempo, convicción, sinceridad, apertura y disciplina. El amor no se crea en un día, igual que no se construye una casa.
Amar se aprende con el tiempo, de la misma manera que se aprende a caminar. Es un proceso de hábito que conlleva el respeto y la dedicación. ¿Pero donde están las ganas de abrirse sin miedo y recibir sin lastimar cuando todo corre tan de prisa?
Nos refugiamos en el amor tradicional, de una mujer verdadera y de un hombre verdadero, donde los dos conocen su naturaleza y su propósito. Nos refugiamos en la poesía o la lectura romántica donde se puede encontrar una sinergia con naturaleza humana perfectamente unida. Nos refugiamos en el instinto y en el corazón.